- ¿De qué se trata? - De la risa, la alegría, la felicidad
- ¡Caramba! Parece un asunto serio...¿Y hace cuánto que las echa usted en falta?
- Pues no sabría decirle...pero ya va tiempo...De vez en cuando oigo mis risas, pero no son las mismas, ¿sabe? No las siento de la misma forma, vaya.
- Comprendo, comprendo...pero...¿Ha buscado usted bien por los rincones del alma?
- Pienso que en ese aspecto estoy ciega, como si necesitara un perro lazarillo que rastrease por mí y me ayudase a encontrar el camino, ¿comprende?
- Perfectamente, mujer. Estese tranquila que su alegría no está perdida, sólo robada...Y créame cuando le digo que pondremos a nuestros mejores hombres en su búsqueda.
- Eso me hace falta a mí, buenos hombres que me ayuden a recuperar la alegría...
Tengo una oreja cortada, una peca en un dedo de la mano y otra en un dedo del pie.
Me gusta la sopa espesa.
Soy quisquillosa con los ruidos monótonos.
Me quedo tonta mirando el fuego y no me aparto hasta que no noto la cara ardiendo.
Me gustan la nieve y el chocolate negro.
Me encantan las reuniones familiares, me ilusiono en reyes, nochebuena y navidad.
Me gusta la gente activa, peleando por sueños y ambiciones que cumplir.
Tengo unas cuantas cicatrices.
Los días grises me ponen triste.
Me gusta la gente que sonríe con los ojos.
He probado muchísimos deportes, en su mayoría con consecuencias catastróficas.
Me gusta disfrazarme, me gusta dibujar, cocinar y cantar.
Soy terriblemente miedosa.
Me gustan las librerías / papelerías.
Soy agnóstica.
Sigo sin aprender, y aunque cada vez soy más desconfiada, creo en la bondad infinita de la gente que me rodea.
Me agradan el olor a leña quemada, a pan recién hecho y a gasolina.
Si tiene que llover, que llueva con fuerza.
Me gusta la gente que sabe razonar y debatir, gente que me hace pensar. La gente que me enseña cosas nuevas...
Me gustan las películas de la mafia.
Tengo un amor especial por mi tierra, Asturias.
Me encanta viajar.
Me gusta el estereotipo de mujer afroamericana con sus gestos intimidantes y sus frases ingeniosas, que vende la televisión.
Me encanta comer.
Casi nunca me pongo enferma y casi siempre me duele algo.
Me gusta la gente que me hace reír.
Me gustan las terrazas.
Me asustan los insectos y las películas de terror.
Se muchas cosas sobre perros, me encantan.
Tengo pesadillas y hablo en sueños.
Amo el teatro, cine, ópera, zarzuela, guiñol...espectáculos mil.
Adoro a los niños. Los helados en cualquier época del año. Las historias de familia. Las risas...
...Y muchísimas cosas más.
Conoce a la gente por sus detalles, porque en lo general, todos somos iguales.
Hoy salimos de viaje; mismo punto de partida; sentidos contrarios.
En el camino te añoro, te lloro; te odio y maldigo gritando por qué no darás media vuelta y vendrás a buscarme. Sueño que me tapas los ojos y te tengo detrás; has venido a por mi...pero se que sólo son sueños... Al fin y al cabo no puedo odiarte; yo también sigo caminando.
Solo espero que no me hayas olvidado en tu ruta. Que sigas avanzando hacia el punto del que hablamos, el final del arco iris, el horizonte...Por favor no te detengas en el camino, porque mientras caminemos en la misma dirección no importa que el sentido sea el opuesto. Júntate conmigo en la otra cara del mundo; allí te espero frente a frente y un beso.
-¿Recuerdas aquella absurda tarde de caluroso invierno? - ¡Oh, sí! El gorro de lana rojo que te había tejido el gato iba perfecto con tu bañador hawaiano. Recuerdo como fuimos a lanzar huevos de codorniz a las ranas del pantano de queso. ¡Qué asco!, cada vez que una de esas zancas rosas saltaba de una botella a otra y me salpicaba la cara de queso fundido. - ¡Te gané por goleada! 20 ranas manchadas frente a 4 ó 5 tuyas...Nunca tuviste muy buena puntería. - Pero aguanto más la respiración que tú. -¿Ah si? ¿Qué te apuestas? - El que gane elige el vinilo de esta noche. -Tu lo has querido, listilla.
¡CHOF! ¡Chof! ¡cHOf!
-¡Uh! - A la de 3 metemos la cabeza bajo los cereales...Una...Dos...¡Tres!
... -Te dije que ganaría. - Me he dejado. Creo que tengo un pez en la oreja - Quejica, vámonos a mi casa que hoy dan natillas en la tele.
Qué extraño poder el de los días grises... Ejercen sobre mí un efecto inmediato; son días de pensamientos y melancolía. La música me canta recuerdos al oído...el agridulce sabor de ciertos momentos de mi vida. En el fondo me gusta estar calentita en casa regodeándome en mis desgracias y dejando que la lluvia se las lleve con ella. Creo que es bueno darle vueltas al coco de vez en cuando...Nos hace valorar más las alegrías del día a día, nos enseña que nuestra vida no es tan miserable como pensamos en ciertos momentos de bajón; pero sobre todo...acordarse de los malos momentos y ver dónde estamos ahora...nos hace ver que podemos superar las malas rachas, nos da fuerzas para seguir adelante y energías para afrontar los problemas futuros.
Arrastrando todos los malos recuerdos con una lágrima; igual que la lluvia limpia las calles.
En un principio eran cambios obligados…Cambios de colegio, amigos, caras nuevas…
Luego, empecé a tomar mis propias decisiones sobre esos cambios y yo misma quise romper con ciertas cosas y volver a empezar.
Muchos no sabéis lo que es eso; pero a día de hoy me doy cuenta de que soy adicta a los cambios; adoro esa sensación de volver a empezar de 0.
Estos días; la gente espera con ansias el hecho de terminar los exámenes por liberarse de los agobios…Yo sólo espero terminar para empezar de nuevo. Un nuevo cuatrimestre significa nuevas esperanzas y oportunidades.
Empezar implica esperanza; ilusiones por encontrar algo mejor
Empezar implica novedad; romper con la rutina, poder experimentar…
Ahora ya llevo bastante tiempo estable; una no puede ser nómada siempre…¿o sí?
Los cambios conllevan pérdidas; la mayoría no me importan, la verdad; de hecho muchas veces las pérdidas son lo mejor (aunque suene duro) Sigo creyendo en aquello de que las personas importantes se conservan; afortunadamente los de verdad me siguen siendo fieles. Aunque es cierto que la distancia siempre dificulta las cosas y te hace echar de menos lo tuyo.
He clavado mis raíces aquí; pero para ser sincera no me gusta mucho esta tierra…Sin embargo aunque en muchas ocasiones aúlla el espíritu salvaje que llevo dentro pidiéndome marchar a un nuevo lugar…No me siento capaz.
