A la vuelta de mi viaje, desacostumbrada a ver mar me había parecido algo extraordinario...sabia que había perdido grandes cosas y que había cambiado mi vida pero no me importaba, había sido algo único...
Con el paso de los años intente embarcarme de nuevo pero nunca volvió a ser lo mismo...Y ahora, desde la perspectiva de la tierra seca, comienzo a sentirme como tantas otras personas y empiezo a pensar que un viaje del que no te traes nada más que anhelos en saco roto tampoco merece tanto la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario